Masajista se enamora de la enorme polla de un negro
El hombre de color solo pretendía que le dieran un buen masaje, nada más. Pero a muchos nos pasa que cuando notamos las manos de otro hombre tocándonos no podemos evitar empalmarnos y tener nuestras pollas duras. Es un acto involuntario, una erección incontrolable. Pero cuando eres un hombre negro con una verga enorme es muy difícil de disimular, menos aun si tu masajista también es gay.
El chico se queda alucinado del tamaño de su miembro, hasta lo agarra con la mano. En un acto casi reflejo se lo mete en la boca y empieza a mamársela. Al final si que iba a ser un masaje con final feliz, aunque no fuera esa la idea.
Eso hizo que el hombre se animase a follar con él, al fin y al cabo nunca hay que decirle que no a tener sexo. Como era evidente el masajista quería sentir ese descomunal miembro dentro de él, por lo que se sentó encima de su polla y empezó a cabalgar. Ignoramos si había más gente esperando para un masaje, lo que está claro es que los que hubiera tuvieron que escuchar sus gemidos.