Me da igual tu madre, o cumples o te vas de mi casa
Las normas de su padrastro eran muy estrictas, y ese día le dejó bien claro lo poco que le importaba que la madre del chico fuera su pareja. Pero lo que el joven sospechaba es que entre esas normas se encontraba la de darle placer a él, y no se equivocaba. Tras dejárselo claro y allí de pie frente a él se quitó el cinturón de su pantalón y le mostró la verga, el chico sabía lo que tenía que hacer si quería seguir viviendo allí a cambio de nada. Empezó a comérsela y poco después el muchacho estaba en la cama con la polla del maduro dentro de él. Al final lo puso a cuatro patas y tras probar su culito el maduro acabó corriéndose sobre sus nalgas. Tras correrse se la volvió a meter nuevamente.