No le contaré nada a nadie, tranquilo
Tenía que ser un secreto, al fin y al cabo el otro chico decía ser hetero y hasta tenía novia. Pero no pudo resistirse a la tentación y finalmente su compañero de piso le convenció para que lo probara. Lo cierto es que al chico le fascinaba su cuerpo, era un tío bien musculoso y fibroso. El otro se percataba, por eso aquella noche apareció en su habitación sin camiseta mostrando su torso desnudo. De forma inexplicable para él se la puso dura, entonces el otro destapó las sábanas viendo su erección y comenzó a chupársela. Aunque fuera hetero le estaba gustando como se la comía.
No solo disfrutaba del sexo oral, también quiso probar él. Hasta que al final se puso a cuatro patas y pudo follarse su culo, que bien se lo hacía. Al final los dos se corrieron, luego él le pidió que no contara nada a nadie, tenía que ser un secreto.