No quiero que vayas desnudo por casa
Ver a su hijastro desnudo le ponía cachondo, ese era el problema. Así que cuando el joven salió de la ducha desnudo su padrastro le echó una buena bronca. Le dijo que era mejor que no fuera desnudo, en realidad lo decía por su bien, sabía que acabaría follándoselo.
Los días pasaban y ellos seguían compartiendo mucho tiempo a solas en casa, por lo que finalmente lo consiguió. El maduro le hizo una mamada al chico en la cocina. Ese día no llegaron a más, pero otro día consiguió que fuera el jovencito el que se la chupara a él.
Finalmente ambos coincidieron totalmente desnudos en la habitación, en esa ocasión si que llegaron hasta el final. El jovencito se folló el culo de su padrastro hasta que ambos se corrieron.