Obreros de la construcción durante el almuerzo
Tenían mucho trabajo que hacer en aquella obra, pero se habían quedado solos y era la hora del amuerzo. Casi todos los obreros aprovechan precisamente para eso, para almorzar, pero ellos preferían comerse las vergas. Comenzaron a desnudarse frente a las escaleras, se besaron y tocaron sus cuerpos. Los dos estaban bien duros, se quedaron totalmente desnudos y mientras uno se agachaba el otro se la metía. Disfrutaron del sexo anal hasta correrse. Lo que ellos hacían a esas horas seguiría siendo un secreto, nadie podía saberlo.