Se volvió loco con su verga
Su compañero de piso le ponía bien caliente siempre que lo veía, por lo que ese día teniéndolo en frente no dudó en acercarse. El otro le preguntó que quería, pero era obvio, se agachó y empezó a comerle la verga. Estaba muy cachondo, demasiado, eso se le notaba.
Se desnudaron y siguió comiéndosela, hasta que fue a la mesa y allí le penetró. Luego fueron al sofá donde el chico estaba sentado antes, allí siguieron cogiendo hasta que acabaron incluso en el suelo. Al final de esa cogida se la comió hasta que empezó a sentir como brotaba toda su leche, en ese momento hasta su rostro se desencajó de lo excitado que estaba, casi se vuelve loco.