Tranquilo hijo, sigue con la consola, yo me ocupo
Los dos estaban en la cama, el muchacho jugaba con su consola mientras el padre trabajaba con su ordenador portátil. Pero tras un rato observando al chico el maduro empezó a ponerse caliente. Primero tocó sus piernas, luego subió las manos hasta su culo. Observó que el joven no decía nada, seguía con su juego como si nada. Lo que hizo, fue desnudarle, pero el chico ni tan siquiera se giró para ver lo que hacía. Tras lamer su culo no podía aguantar más, su verga asomaba por los pantalones, quería penetrarlo. Se puso encima de él y se la metió hasta el fondo. Su hijo seguía jugando como si nada mientras perforaba su ano, él le decía que no se preocupara de nada, que siguiera con lo suyo, él sabía lo que hacía y se ocupaba. Así fue como se lo folló, algo que por supuesto su madre tardó bastante tiempo en saber.