Viejo degenerado le hace una mamada a su sobrino
En vacaciones pueden pasar muchas cosas, y cuando él fue a visitar a su tío no solo aprovechó para bañarse en su piscina. Era un hombre pudiente con alto poder adquisitivo, pero para disfrutar de todo eso tenía que pagar un precio. Y es que al viejo le gustaban los jovencitos, y su sobrino siempre le había excitado. Así que tras salir de la piscina empezó a besarle y le pidió que le pusiera aceites por su cuerpo, el muchacho obedeció. No tardó en hacerle una mamada a su tío, aunque tenía problemas para conservar una erección, sin embargo le gustaba la sensación de esa mamada. Luego cambiaron y fue el viejo el que se la comió al jovencito, el cual no tuvo ningún problema para ponerse bien duro, eso le gustaba, sentir su rabo durísimo en su boca.