Su jefe lo castiga con su verga
No había cumplido con el objetivo, por lo que fue a echarle una bronca. Pero nada más verlo allí no se cortó, empezó a tocarle el paquete. El otro se quedó quieto sin saber que hacer ni que decir, pero de repente se besaron los dos apasionadamente. Estaba claro que deseaba en secreto a su jefe, y si ese iba a ser su castigo él lo aceptaba gustosamente. El jefe se la comió, luego se puso de espaldas, quería que se lo cogiera. Lo penetró sobre la mesa mientras estaba de espaldas, como gozaba el cabrón. Luego se desnudó y se tumbó abriendo sus piernas mientras se la seguía metiendo.